2 de Octubre, no se olvida.

Cuando tenia 8 o 9 años oi hablar de la pelicula "Rojo Amanecer". Me dijeron que estaba basada en hecho reales; que el ejercito habia disparado a los civiles, estudiantes universitarios en su mayoria, que se manifestaban en Tlatelolco.
No recuerdo quien me lo dijo, pero puedo evocar con facilidad el sentimiento que me invadio: incredulidad. Autentica incredulidad.
Decian que esto habia pasado en el D.F. a estudiantes de la UNAM. "No puede ser cierto. El ejercito no puede dispararle a las personas solo por manifestarse", pense, "y menos a los jovenes". Acudi a la fuente mas fidedigna que tenia: Mi papa.

Cuando el me confirmo lo que me habian dicho, todo lo que yo creia se estremecio. La capa de inocencia que me cubria fue arrancada abruptamente."Si, fue real. Yo participe en varias manifestaciones, pero ese dia no pude ir", fue la abrumadora respuesta que me dio mi papa, quien despues con mucha cautela me reseño los hechos, reservandose deliberadamente los detalles sangrientos para no asustarme mas.

Entonces el 2 de Octubre de 1968 dejo de ser una fecha historica perdida entre tantas otras y paso a ser parte de mi historia personal. Ya habia comenzado a estudiar sobre las guerras pero eran solo numeros, eran historias, tenian un motivo. Pero la matanza de Tlatelolco fue mi primer encuentro de frente con la crudeza de la realidad.

Llore porque no lo pude entender. Llore porque me senti indefensa y desprotegida. Llore porque ese suceso no encajaba con mi idea de como funcionaba el mundo.

Llore, sin saberlo, por la inocencia que perdi.