Mi amigo Stevens Johnson

Me internaron un viernes y ya para el domingo estaba en pesimas condiciones, cada hora me ponia peor. Hubo un momento en el que crei que mi tiempo se habia acabado, que ya era el fin pero, obviamente, no fue asi (gracias a Dios!!).

Para mi mala suerte me enferme en el "labor day weekend" y por este motivo no podian encontrar al especialista para que viniera a verme y determinara que demonios me estaba pasando.
Mi mama me llamo para decirme que vendria a verme y yo hasta le dije que no era necesario, que no queria contagiarla, pero ella sabia que algo no estaba bien y vino.

NOTA: este post lo he estado escribiendo en episodios y como que ya me aburrio asi que mejor hare un resumen.

Pues total que vino el especialista en enfemedades infecciosas hasta el martes (thank you very much) y ya dijo: "esto no es varicela!, te tiene que ver un dermatologo urgentemente. Esto es Stevens Johnson". En la tarde fue el dermatologo y dijo que me tenian que transferir a la unidad de quemados del hospital de la Universidad de Nuevo Mexico en Albuquerque. Cuando dijo eso yo realmente pense: estoy grave. Dijo que yo tenia un caso aun mas severo que el Stevens -Johnson que se llama Toxic Epidermic Necrolysis... ay wey, hasta el nombre se oye feo.

Esa noche me vendaron todo el cuerpo como si estuviera quemada y vinieron a verme todos los doctores que me habian atendido, incluida la directora del hospital y me pidieron disculpas casi llorando (si, en serio, no se porque) por no haber diagnosticado la enfermedad antes.

En la manana llego otro doctor a ponerme la sonda nasogastrica, lo cual no es muy placentero que digamos y en un rato mas me llevaron a la ambulancia y me transfirieron a Albuquerque. Originalmente el plan era que me llevaran en helicoptero, pero al fin decidieron que se tardaban lo mismo en los tramites que en llevarme por tierra.

Esa fue la primera vez que me subi a una ambulancia y espero que la ultima. Me dormi todo el camino y cuando desperte ya me llevaban asi como se ve en las peliculas, apurados todos. Llegamos a la unidad de quemados (terapia intensiva), que por cierto es nueva y esta super moderna, y oi a alguien decir: "She's the young lady we're expecting from Las Cruces" y recuerdo vagamente a mucha gente a mi alrededor.

Mi cuarto era del futuro, con paredes de vidrio para que constantemente me viera mi enfermera y por supuesto, estaba conectada a muchas maquinas para vigilar mis signos vitales, tenia tubos para alimentarme y tenia dos intravenosas para administrarme los medicamentos. El tratamiento es intensivo y se administra en 4 dias (al menos en mi caso), despues hay que dejar que la enfermedad siga su curso y que el cuerpo reaccione y se sane poco a poco. Todos los organos estan en riesgo de ser afectados por la enfermedad. Obviamente si llega a los pulmones o el corazon, puede causar la muerte. Tambien existe un alto riesgo de infeccion, pues la piel esta expuesta, tal como si se hubiera quemado. Los ojos tambien se afectan mucho y fue por eso que todos los dias me tenian que raspar entre el parpado y el globo ocular con un fierrito para que no se me hicieran cicatrices entre los dos. Tambien me pusieron un cateter, me sacaban sangre a diario, me cambiaban los vendajes, me inyectaban en el abdomen dos veces al dia, etc...

Segun yo estuve muy consciente todo el tiempo y platicaba con todo mundo, pero lo que recuerdo es realmente muy poco. Fueron cuatro dias ahi, incluido mi cumpleaños 27, en el que desperte con todo el staff de la unidad cantandome Happy Birthday. Por cierto que me cantaron a las 4:30 a.m. y cuando les pregunte que si el ruido no molestaria a los demas pacientes me contestaron que no, pues todos estaban sedados o en coma... Chin.

Fue precisamente el dia de mi cumpleaños cuando me pasaron a un cuarto normal. Aunque fue una coincidencia, para mi fue especial porque salir de terapia intensiva fue como renacer. Recibi el regalo de la vida nuevamente.

Estuve en el cuarto 506 y pase ahi diez dias mas, recuperandome poco a poco, viviendo momentos de frustracion (afortunadamente fueron los menos), de optimismo, de reflexion, de dolor fisico y emocional, pero sobre todo, dandome cuenta de que Dios me permitio permanecer aqui por algun motivo. Durante todo ese tiempo recibi muchisimas llamadas de amigos y familiares, las cuales aprecio con todo el corazon. Se que muchas personas rezaron por mi y puedo decir que todo el tiempo senti una especie de proteccion a mi alrededor, fue una experiencia muy especial. Durante mi estancia en el hospital solo me daban medicina para controlar el dolor, segui con el tratamiento de los ojos (si, el mentado fierrito) y me dedique a comer tanto como mis lastimadas boca y garganta me lo permitieron.

Por fin el dia 18 de Septiembre me dieron de alta y regrese a casa. Tuve mucho miedo de dejar el hospital pues aunque no fue muy agradable estar internada, al menos me sentia segura...de algun modo. Sin embargo y a pesar de mis temores volver a mi casa fue genial y me ayudo a recuperarme rapidisimo. Tuve que volver al hospital en Abuquerque un par de veces para dar seguimiento pero, el dia 18 de Octubre, exactamente a un mes de haber salido del hospital, me dieron de alta definitivamente, diciendome que estoy completamente curada y que puedo (y debo) volver a la normalidad.

Hay personas que dicen que despues de sufrir un accidente o enfermedad cambiaron por completo. Yo sigo siendo la misma, pero ahora tengo otra perspectiva de la vida y de lo que es importante para mi. Ahora que volvi al trabajo y que de nuevo me estoy integrando a la vida cotidiana, no quiero olvidarlo, porque es muy facil caer en la misma ceguera en la que vivi antes, que me impedia ver todas las bendiciones que tengo.

Hoy solo puedo decir: GRACIAS POR ESTAR VIVA!!!

NOTA 2: Menos mal que este fue el resumen...